Comparsas de Humahuaca
HISTORIA DE ROSAS Y CLAVELES
Trabajo de Luis Humberto Quispe, Rubén Segarra, Victor Zapana
(Alumnos del TAP-Esc. Artes Nº2)
Los integrantes de esta Comisión, están en el afán de buscar en la memoria de los vecinos de Santa
Rosa; recuerdos, vivencias, anécdotas, datos de carnavales pasados que serán recopilados y asentados en un libro de actas y para poder, en la posteridad, no olvidar nuestro origen y nuestras raíces. Desde luego estamos tratando de conservar nuestras esencias, los principios que impulsaron a nuestros padres y abuelos a fundar esta comparsa tradicional; decimos tradicional porque en definitiva es un barrio que siente amor por sus costumbres, y que no tiende a beneficios lucrativos.
Hoy también, hay una juventud inquieta que proyecta construir un Centro Cultural que abarque todas las disciplinas. En una palabra y aunando criterios con los vecinos, llegamos a una única conclusión: conservar lo nuestro y mostrar a los demás, lo que tenemos y podemos hacer.
«En las Fiestas de Carnaval solían reunirse allá por los años 45, vecinos del lugar invitados a una señalada. Allí compartía entre los presentes asado de cordero, mote de habas, choclos y quesos de cabra; para beber no faltaba la chicha ni escaseaba la mistela. Entonados por las bebidas el dueño de casa invitaba a los carnavaleros a pasar al corral, cada uno con su caja; enflorados de albahaca, perfumados de talco, embebidos por la tierna chicha de maní y maíz. Era entonces el momento de agradecer a la Madre Tierra por permitir la multiplicación de los chivos y corderos. Al caer la tarde, las ruedas de cajas y coplas dejaban oír sus voces, no cesaba el sonido del sordo erquencho de don Amadeo Mamaní ni el flamear de la bandera blanca símbolo de la señalada que ofrecía a los invitados. En los días subsiguientes se repetían las señaladas hasta el miércoles de cenizas en el que se enterraba el carnaval.» (Exposición de un vecino de Santa Rosa).

Estos acontecimientos se fueron repitiendo durante los carnavales posteriores. Llegado el año 1956 comienza a integrarse en las señaladas la anata, instrumento ejecutado por personas que gustaban de esa música. Reunidos los vecinos en el entierro del carnaval se decide llevar una bandera que identificara al grupo del resto de las comparsas. Se elige como presidentes a don Joaquín Gutiérrez y Sra, Adrián Cachambi y Sra. como vice-presidentes. Surge entonces la Comparsa Unidos del Sud. Durante los años 1957 – 1958, los Unidos del Sud llevan consigo las cajas que acompañan a las coplas en cada señalada.
Eran erquencheros de la comparsa don Amadeo Mamaní, don Justino Llanos, Vicente Román, Ignacio Ocampo, Juan Ocampo y otros. Fausto Quispe y Sra., Casimiro Carnicel y Sra., son elegidos integrantes de la comisión de la comparsa por los años 1959 – 1960. Se repetían las señaladas, las invitaciones, siendo los músicos los mismos vecinos de Santa Rosa, años en que se van agregando erquencheros como don Eduardo Paredes y Fausto Quispe. Huaynos, bailecitos, cuecas y zambas son bailados por el acordeón a botones ejecutado por don Justino Llanos.
Época de florecimiento, los carnavales de los años 1961 – 1962. Fausto Quispe y Sra., don Erasmo Vargas y Sra., vecinos de San Roque son elegidos para dirigir la comparsa.
«Si, en esos años amanecíamos unos cantando con cajas, otros bailando con el acordeón de don Justino en San Roque. La comparsa se quedaba dos o tres días, se iba bailando con anatas, bombos y tambores, se acostumbraba
a salir antes del mediodía para llegar justo al almuerzo ofrecido por don Erasmo Vargas. Donde caía la noche, allí se dormía los que podían, recuerdo que desde allí se iba a la invitación de don Timoteo Urbina, Lucio Alvarez, ¡ah!... eso sí, a cualquier hora te ofrecían choclos, mote de habas, queso de cabra y asado.» (Relato de un vecino del barrio Santa Rosa).
«Los disfrazados eran los que animaban aún más el carnaval lo que hoy, no hay diablos gauchos disfrazados
como don Mateo Paredes (Cholo Manuco); don Polo Tolay el anciano de comparsa, recuerda que llevaban aros hechos
de alambre, allí incrustaban verduras, frutas, todo eso era para el mojón y elegía la mejor fruta y verdura, luego se cocinaba con el resto de las verduras para la comparsa. Las banderas también llevaban sus coronas únicamente con
gladiolos y claveles, nada más que eso. Todos los aros eran dejados en el mojón al entierro del carnaval.» (Recopilación de un vecino del Barrio Santa Rosa).
«Desde ese año, 1971, nadie, ningún vecino quería hacerse cargo de la Comisión por lo que otra vez se vuelve a
las cajeadas, erquenchadas, a las invitaciones de los vecinos solamente del barrio, nada más que eso, se perdieron las anateadas, los bailes con acordeón, poco me acuerdo también que no había padrino de bandera. Pero la comparsa no
se ha perdido siempre y todos los años al inicio de un nuevo año y carnaval se va al mojón, eso es lo más importante, agradecer a la Pachamama, se iba a challar el mojón para año nuevo y carnaval.» (Dato recogido a un vecino del Barrio Santa Rosa).
En el transcurso de ese período queda claro el recuerdo en la mente de los vecinos el por qué de esa decisión. Un vecino ausente de Humahuaca regresa a su tierra en las fiestas de carnaval, corría el año 1985 cuando don Nicasio Vidal más conocido como «Quicosita» propone ser presidente de la comparsa junto a su esposa doña María Victor de Vidal; acompaña al matrimonio doña Encarnación Vda. De Carnicel como vice-presidente. Desenterrado el carnaval en 1986 surge una anata facilitada por don Justino Llanos ejecutada por muchachos que sentían amor por la comparsa como Osvaldo Román, Hugo Quispe, Clemente Paredes y otros.
Comienza nuevamente los bailes en casas de los vecinos con un bandoneón carpero traído por don Nicasio Vidal desde Salta. Bautizado el músico con el sobrenombre de «cara i’mula» en carnaval, otra vez se identifica la comparsa con una bandera Los Unidos del Sud del Barrio Santa Rosa, año en que se incursiona en las calles de nuestro pueblo, producto de las invitaciones, tal vez como queriendo crecer despertando la curiosidad de los que nos veían pasar 1987, se puede notar la unión de los vecinos y la llegada de simpatizantes al barrio.
Año 1988 es presidente don Filomón Romero y Sra., carnaval en que se cambia el nombre de la comparsa, idea sugerida por un vecino don Cirilo Castro y Santusa de Castro (Mama Tula) con gran halago fue recibida por los simpatizantes la denominación de COMPARSA ROSAS Y CLAVELES del Barrio Santa Rosa.
Toma el nombre de Rosas para que se identifique el Barrio Santa Rosa y Claveles por ser un barrio característico de flores sobresaliendo los claveles precisamente por su aroma y su perfume. Si bien se entonaba estribillos escritos por un vecino de este barrio, paralelamente nacen otros versos caracterizando a la comparsa. En carnavales anteriores se cantaba:

Habían querido robarme
La hermosura de Santa Rosa,
Eso si que no ha de ser
Las flores de Santa Rosa.
(versos pertenecientes a don Vicente Román).
Actualmente entonamos estos versos:
Yo no te ofrecí
Joyas de gran valor
Pero si mi pobre corazón
Ay, ay, ay,
Te quiero mucho más
Rosas y Claveles son mis amores.
Que bonita estás negrita
Con ese tu disfraz
Cantaremos, bailaremos
Hasta no poder más
Ay, ay, ay,
Te quiero mucho más
Rosas y Claveles son mis amores.
También en este año se caracteriza el acordeón en la comparsa siendo el animador de los bailes don Raúl Rojas llamando la atención de los simpatizantes y en gran parte a la juventud. 1989 preside la comparsa don Roberto Valeriano y Sra., la vicepresidencia recae en el Sr. Severiano Vargas y Sra., en el año 1990 es presidente don Cruz Fernández y Sra., acompaña en la vicepresidencia Ramona Romero. En 1991 son integrantes de la comisión don Cirilo Castro y Sra., vicepresidente Filemón Romero y Sra. Es menester también hacer notar una costumbre:
A la madrina del mojón, que en sus inicios fue doña Marta Alvarez le sucedió doña Salustiana Romero que siguió hasta su fallecimiento. Se recuerda a la Madrina de mojón quien con su «chicote» animaba a los vecinos a bailar durante el carnaval. Desde allí se hacen cargo del mojón hasta el día de hoy, Ramona Romero y Rosa Paredes. En la actualidad se incentiva a la juventud y simpatizantes a seguir conservando nuestras costumbres, tradiciones y a mantener lo que nos dejaron nuestros padres y abuelos.
Con este breve relato se da a conocer el nacimiento de una nueva comparsa que lleva en sus banderas el nombre de Rosas y Claveles. Un agradecimiento especial a doña Dedicación López, banderera incansable y asidua simpatizante de la comparsa, a la señora Natividad Llanos, Sabina Caucota, encargadas de la bandera blanca, a los anateros, simpatizantes y a vecinos en general.